En “Una nuez que es y no es” (1.999) la maravillosa escritora Graciela Montes cuenta una anécdota que le sucedió durante la visita a la salita de tres años de un jardín de infantes. Ella les propone inventar un cuento entre todos partiendo de “Había una vez una nuez…”. Los niños, sueltan su  imaginación y sus ideas:  Dentro de la nuez había agua, dentro del agua una isla, en la isla un señor; la cáscara se rompe y hay que rescatar al señor… ¿Cómo? Entre muchas propuestas eligen una, terminan el cuento y salen a jugar al arenero. Una niñita, que había estado muy atenta pero sin participar, se acerca a la escritora y, con voz muy bajita, le pregunta: ¿Y esas nueces donde se consiguen?

En palabras de Graciela Montes, “el mejor remate a lo que había sucedido en ese cuarto de hora”.

 

En honor a la genial Graciela Montes, elegimos  “Media nuez” porque nos encantaría que los niños, niñas -y adultos- que eligen alguno de nuestros libros puedan disfrutarlos tanto que ni se den cuenta cuando entran o salen de los mundos imaginarios. 

Ojalá podamos poner nuestro granito de arena para alimentar y hacer crecer esa increíble necesidad de fantasía que tenemos desde la infancia. 

Ojalá alguna de las historias que pudimos convidarles queden para siempre en la mente y corazón de alguno de nuestros lectores, como seguramente quedó en la memoria de aquella niñita, la historia de “La nuez que es y no es”.